Eso de imaginarme una vida a tu lado en un minuto es tan frustrante e inútil como andar siguiéndote con la cabeza en la imaginación porque Dios sabe que tus pasos y los míos no se han cruzado desde ese invierno de mi vida... ¡Y yo que juraba que solo sería una estaciòn! Y ahora la nieve se ha estacionado en mis montañas y los árboles y los campos ya no reverdecen y las ardillas hibernan junto a otras criaturas en un sueño que se antoja eterno.
Agosto 28 de 2014
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