27/01/2010
He tenido muchos
momentos perfectos en mi vida, la mayoría no son “importantes” ya que no llegan
en fechas especiales o por un motivo especial. Solo llegan y me hacen sentir
plena y completa.
En realidad no importa
si el día de mañana estarás llorando, nada va a cambiar eso, así que me he concentrado
en disfrutar esos escasos momentos cuando llegan.
Para mi la
representación de éstos es un círculo perfecto. No como el de una figura
geométrica plana, sino como el de cosas que se enredan, como hiedras o cosas
que se enlazan como dedos, formando círculos.
En momentos así, puedo
sentir los dos extremos de una línea buscarse el uno al otro en medio del
tiempo y sus cosas y encontrarse; aferrarse uno al otro en un esfuerzo inútil
por hacerlo perpetuo aún sabiendo que no durará más que ese instante.
Y aún así, sabiendo
que existió…
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