miércoles, 24 de octubre de 2012

"El Príncipe Azul no llegó nunca."- dijo ella alejándose del ventanal y caminando hacia la cama. Su cabello había empezado a teñirse de blanco y se descolgaba por su espalda hasta arrastrarse por el piso.

"Pero el Príncipe Gato... ese siempre está conmigo. Él vela mis sueños cada noche y limpia mis lágrimas bebiéndolas. Hace una corona con mi pelo y me acompaña en esta torre. No hay nadie más fie
l que él, ni nadie más amada que yo. No necesito más."- Y su mirada se perdió en la imagen que reflejaba el espejo frente a ella. Una mujer de mediana edad, con un vestido largo y azul, el cabello oscuro cayendo a sus costados, con pequeños mechones blancos y una pequeña corona dorada y oscura, sentada sobre una cama con un hermoso gato blanco durmiendo al lado.

- El Libro de Hoy