martes, 7 de febrero de 2017

Febrero 7, 2014

Hoy se inauguran los Juegos Olímpicos de Invierno 2014 en Sochi, Rusia. Como muchos saben (y si no, infórmense, por favor) en junio 30 del 2013 el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y la State Duma (la asamblea legislativa de ese país) aprobó una ley que prohibía toda la propaganda que promoviera las relaciones no tradicionales entre los menores de edad, es decir, toda acción que fomentara o apoyara relaciones de pareja diferentes a la tradicional (hombre-mujer). Dicha ley fue seguida por actividades por parte del gobierno ruso para limitar y abolir los derechos de hombres y mujeres lesbianas, homosexuales, bisexuales, tansgénero e intersexuales.
Las múltiples violaciones a dichos derechos incluyen el no derecho a reunirse y manifestarse en favor de su causa, negar el registro a asociaciones no gubernamentales, manifestaciones de afecto entre personas del mismo sexo bajo pena de arresto así como arrestos e interrogatorios a personas abiertamente homosexuales y sospechosos de homosexualidad.
Dichas leyes aplican también a todo ciudadano extranjero que visite el país y que al manifestar apoyo a la propaganda homosexual corre el riesgo de ser multado por la cantidad de 4,000 a 5,000 rublos (la moneda rusa que en equivalencia serían 115 – 144 dólares) o hasta 15 días de cárcel. Sin embargo, si el extranjero usa los medios para dicha propaganda, el costo de la multa asciende a 55,000 – 100,000 rublos (1441 – 2882 dólares) y encarcelamiento.
Los antecedentes de esto se dan en el año 1993 cuando la homosexualidad dejó de ser considerada un delito en dicho país, pero la ley actual, que enfatiza que dicha propaganda debe ser prohibida para menores de edad, se basa en una publicidad en la cual se equipara a la pedofilia con la homosexualidad, siendo la primera claramente un crimen. Ser homosexual no es un crimen. El gobierno alega que dichas prácticas son una amenaza a la sociedad rusa, y a todos aquellos que desean hacer valer sus derechos los cataloga como “extremistas” ya que incitan “al odio religioso y social”. La postura del gobierno es que los homosexuales a través de sus prácticas y de tratar de defender sus derechos están generando odio de parte de la gente y que deben ser reprimidos para de esta manera evitar que sean más odiados por la sociedad rusa. En pocas palabras, los están protegiendo de si mismos y de sus tendencias que generan odio.
Dichas actividades extremistas son consideradas una amenaza a la integridad territorial y soberanía de Rusia. Sin embargo las violaciones a los derechos humanos de los ciudadanos rusos no son novedad y año tras año son violentados, abusados y reprendidos, siendo esta última ley aunada a los Juegos Olímpicos de Invierno que se realizarán en dicho país quienes finalmente ponen todas estas atrocidades en la mira del mundo.
Nosotros somos el mundo. Desde donde estamos, tan tan lejos, no podemos defender a un ser humano golpeado, no podemos interceder activamente, pero si podemos mostrar nuestra desaprobación y decirle a todos que no aprobamos eso, que los derechos humanos no deben ser violentados, que ser homosexual no es sinónimo de abusar de un menor y no es un delito. Podemos informarnos para tomar decisiones adecuadas y no vivir en la ignorancia de lo que le pasa a miles de personas que son encarceladas por algo que no pueden cambiar. Soy heterosexual y si las cosas fueran al revés pienso, ¿cómo cambio quién soy? ¿cómo cambio mis preferencias para adaptarme a un mundo que no me tolera? Y aún más, ¿por qué habría de cambiar si esto es lo que soy?
No creo que ellos deban cambiar, no creo que deban ser arrestados por sus preferencias, no creo que sea un delito quiénes y qué son y no creo que la “pedofilia” sea sinónimo de “homosexualidad”, ni que “homosexual” sea sinónimo de “abusador infantil”. Te pido que si tienes pareja, la veas y pienses en no poder tomar su mano, abrazarla, o manifestar tu afecto frente a todos y si tuvieses que mantener eso en secreto por temor a ir preso, ¿cómo serían sus vidas? ¿cómo sería tu vida? ¿te parece justo?
No creo que ningún ciudadano ruso (o de cualquier otra parte) no merezcan la misma libertad que yo tengo de amar y manifestar mi afecto a quien yo desee, de besar, abrazar, proclamar en redes sociales lo que siento, tomar la mano de alguien, manifestarme públicamente y reunirme con quienes yo quiera y hacer mi vida con quien yo desee y ame. Todos y cada uno lo merecemos, ¿no lo crees?
Si no sabías esto ahora lo sabes. Si estás a favor, comparte tu apoyo y hazlo público ahora o en los próximos días. Uno piensa ¿de qué sirve? Pero con alguien más que se informe y entienda ya se habrá ganado una pequeña batalla, con alguien más que tolere se gana otra batalla. Que sepan que no están solos, que nuestros corazones y voces están con ellos cuando nuestros puños no pueden y que el mundo no está lleno de odio. Que no todo es odio. Nosotros no somos odio.
Chío