jueves, 29 de junio de 2017

"A veces necesito que me tomes de la mano y no me sueltes para no irme muy lejos. Otras necesito que me dejes ir a jugar a mis jardines de tristeza, donde el silencio y el olvido crecen como maleza mientras los recuerdos florecen, se marchitan y vuelven a florecer.

Pero esta noche necesito que me beses como si fueras a hacerme el amor pero sin hacerlo solo para no entumecerme, para que las venas no se me sequen y que el calor de tu nuca mantenga calientes mis manos heladas. Y así bésame solo para hacerme volver de los jardines en los que juego. Que nuestro espectador silencioso siga solo, como dios blanco en el cielo. No me dejes ir a hacerle compañía, no me dejes ir a jugar a su jardín."

[I wish i was the moon tonight]

El Libro de Hoy.- Terapia para no abandonar el cuerpo o cómo darle RCP al corazóm de Las Dos Fridas


"Extraño tanto cuando podía desaparecer", pensó la niña maga escondida en ese agujero tratando de hacer que los demonios no la encontraran.

Había perdido esa habilidad enfrentando a un malvado hechicero que primero tomó su corazón del invierno en donde se resguardaba y después lo había jugado con otros hechiceros apostándolo en una taberna.


La Madriguera del Conejo – El Libro de Hoy

viernes, 9 de junio de 2017


Mi subconsciente vuelve a traerme esas pesadillas de un minuto, esas que me enchinan la piel y me dejan sin saber si ya crucé o no la línea entre el mundo onírico y éste porque en él, mis brazos se extienden tratando de evitar a los monstruos de mi cabeza, tratando de combatirlos y que no me hieran. En este mundo se extienden tratando de encontrar a que asirse, alguien que tome mi mano y me traiga de vuelta y me diga, "ya, todo fue un sueno. Ven aquí conmigo, ven a casa" y me rescate de las trampas de mi cabeza tomando mi mano y envolviéndome en su pecho.

Hoy me paso algo curioso. Tras el despertar, me golpeó la realidad de todo y vi mi mano caer solitaria sobre las sábanas. Mi mente lúcida me dijo "fue solo un sueño. Vuelve a dormir". Mi pecho dejó de agitarse, mis parpados empezaron a caer y, mientras me rendía una vez más al sueño, alguien posó su mano sobre la mía y le sentí a mi lado y volví a dormir.

Creo que ahora mi inconsciente me brinda compañía y consuelo, un salvavidas al cual aferrarme mientras navego en mis fantasías oníricas. Pero aun así, en ese bote voy sola, balanceándome, sin tener tu chaqueta para abrirla y hundirme en ella y en tu aroma a hogar, sin tener tus manos sujetando mi pecho y mis caderas, acercándome a tu cuerpo y surcando tu oleaje y las embestidas de tu mar en tormenta, embravecido, sin tener tu aliento en mi cabeza abriendo caminos en mi pelo. De cierto es que abordo este barco cada noche, y me alejo contemplando la orilla, hasta que lo único que me queda es la inmensidad y sus bestias agitándose en sus profundidades.




[ El Libro de Hoy - Pequeño Tratado Sobre los Sueños y Sobre Como Volver a Casa Después de Ellos (extracto)]