Efectivamente, no celebro San Valentín de la manera en que lo hacen los demás, eso sería vulgar. Además, no creo que sea divertido para la mayoría correr el riesgo de compartir esta fecha con un "Grinch". Pero es justo porque no formo parte de la mayoría que doy lo mejor de mí a quien ha decidido correr el riesgo y acompañarme en el camino. Sin alardes, tarjetitas ni exhibicionismos baratos, regalo a diario mi destino a quien ha tomado la opción de formar parte de él a pesar de mí y a pesar de todo. De mí,solo puede ocuparse un ángel. Porque ocuparse de mí, es navegar en el mar picado y mantener la calma. Es pensar las cosas en todos los idiomas para no dejar cabos sueltos al abrir la boca. Es despertar cada minuto justo antes de estrellarte contra el suelo y ver que era un sueño. Es acostumbrarse a vivir en la cuerda floja sin permiso de caerse. Es aceptar el vértigo que precede a la paz y ser feliz viajando del blanco al negro sin detenerse jamás en tonos medios. Es resignarte a mi ayer y a tu mañana…Tras de mí, solo puede haber un ángel. Feliz San Valentín.
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