Por: Vale Villa
Ya no me acuerdo de cómo era la vida acompañada. Llevo tanto tiempo resolviendo todo que me cuesta procesar el número dos. En las buenas y en las malas se volvió una frase vacía de significado. Cuando llegan las malas, simplemente salgo corriendo. Porque mi vida es bastante complicada como para complicármela con los problemas de alguien más. Aceptar los defectos ajenos me parece un acto de heroísmo.
Hace años, tuve una psicoanalista intensamente sádica. Yo estaba cumpliendo 30 cuando escuché por primera vez el término “mujer fálica”. Creo que me lo dijo para asegurarse de que la escucharía. Para que entendiera que yo era dominante, agresiva y aniquilante. Desde entonces pensé que era una estupidez tomar por dogma que hace falta ser hombre para tener el dominio y para decidir todo sin ayuda de nadie.
No entiendo, por ejemplo, a las mujeres que viven a expensas de sus parejas. Que alguien te mantenga en esta época es una atrocidad y la raíz de todas las desigualdades. Tengo amigas que se engañan creyendo que son autónomas y libres cuando no son capaces de pagarse ni un manicure.
Yo no. Jamás he sabido lo que es depender de otra persona en ningún sentido. Me aterra la idea de necesitar a alguien y me he acostumbrado a mi vida en soledad. Mi casa es mi refugio, mi oasis, el único lugar en el que puedo dormir en paz sin que nada me perturbe. Me ha pasado después de días ausente, llegar a besar el suelo del hogar que he organizado con tanto esfuerzo y a lo largo de muchos años.
Tengo que soportar en silencio el comentario general sobre mi carácter. Demasiado fuerte para ser mujer. Resulta increíble que algunos y algunas sigan pensando que ser femenina significa sumisión. Que estar sin pareja quiere decir que estoy dispuesta a acostarme con cualquiera porque mis oportunidades cada vez son menos y porque debe lacerarme la soledad.
Lo que cada vez sí es menos es mi capacidad de adaptación. Me gusta todo en su lugar, ver la televisión hasta las 3 de la mañana si no tengo sueño, hacer lo que me da la gana sin preguntar la opinión de nadie. Alguien me dijo recientemente que soy incapaz de tener una relación porque estoy enamorada de mi libertad. A veces me da miedo quedarme sola. Si algo me pasa, necesitaré unos minutos extra antes del colapso para marcarle a la ambulancia y pedirles que vengan por mí. Quizá así se resume el precio de ser libre: pedir tu propia ambulancia cuando estés a punto de morir.
He sido feliz o algo similar. He estudiado hasta el absurdo, he agotado todos los grados académicos posibles. He sido productiva y feliz en mi trabajo. Reconocida casi siempre, con algunos ataques envidiosos sobre todo de otras mujeres, que han pensado que seguramente me acuesto con alguien para estar en donde estoy. El dinero no me importa, solamente me mueve la satisfacción de hacerlo todo extraordinariamente bien. Mis amigos son mi familia y el cariño que compartimos es ajeno a la obligación.
No entiendo por qué debería estar con alguien por compromiso. De veras que se me ha olvidado cómo es estar en las buenas y en las malas. Alguna vez lo hice, intenté querer a alguien incondicionalmente y no resultó. Lo logré unos años y después necesité irme porque ya no estaba contenta y porque la igualdad en las relaciones es solamente un delirio de las mujeres que leen.
De todos modos, aunque disfruto de mi compañía y aunque aprendí con los años a vivir la soledad como un logro y no como lastre, a veces me imagino cómo sería volver a dormir con alguien todos los días. Pensar en eso debe ser una de las causas de mi insomnio.
*Psicoterapeuta sistémica y narrativa.
Conferencista en temas de salud mental.
Correo: valevillag@gmail.com
Twitter: @valevillag
lunes, 11 de agosto de 2014
lunes, 7 de julio de 2014
The Kiss
Victor: Me enfermé y ella se fue. Ahora tú te vas porque estoy bien.
Hillary: No. Solo dije que no quería seguir cobrando.
Victor: Ok. No más dinero. Debo darte algo, entonces.
Hillary: No más lecciones de arte, por favor.
Victor: Bueno, entonces sólo me queda una cosa para darte... mi corazón. Te doy mi corazón. No podía decírtelo antes. No puedes decir eso cuando estas enfermo.
El Libro de Hoy - Sobre fantasmas y otros espectros que habitan el alma
"Ella se aparece en mi", me dijo el hombre consternado.
"Ella se aparece en mi cada noche y en el día también; en mis cartas, en mi cama, en mis manos, en cada uno de mis modos, en la forma en que tomo el café y en el sabor de mi cigarro. a veces la veo pasar desnuda por la casa con su pelo largo y cruza de una habitación a otra, tal como o hacía cuando estaba conmigo"
[El Libro de Hoy - Sobre fantasmas y otros espectros que habitan el alma"]
"Ella se aparece en mi cada noche y en el día también; en mis cartas, en mi cama, en mis manos, en cada uno de mis modos, en la forma en que tomo el café y en el sabor de mi cigarro. a veces la veo pasar desnuda por la casa con su pelo largo y cruza de una habitación a otra, tal como o hacía cuando estaba conmigo"
[El Libro de Hoy - Sobre fantasmas y otros espectros que habitan el alma"]
En pleno Corona MFest
Vi a una pareja bailar. Ella solo saltaba en realidad apoyando sus manos en las de él, ella estaba ligeramente ebria y él solo reía de sus actitudes infantiles y recordé como te reías de mi y de mis necedades y niñerías.
Eran tan libres atados los dos el uno al otro que me dolió el alma al saber que mis manos no estaban en las tuyas sino metidas en mis bolsillos, tocando el fondo, como metáfora de una vida sin ti.
Hoy me hiciste falta, tu complicidad y tus hombros de apoyo para brincar mas alto.
Donde quiera que estés o que hayas pasado la noche quiero que sepas que hoy me hiciste mucha falta
[...a un lado me puedes tener...]
Eran tan libres atados los dos el uno al otro que me dolió el alma al saber que mis manos no estaban en las tuyas sino metidas en mis bolsillos, tocando el fondo, como metáfora de una vida sin ti.
Hoy me hiciste falta, tu complicidad y tus hombros de apoyo para brincar mas alto.
Donde quiera que estés o que hayas pasado la noche quiero que sepas que hoy me hiciste mucha falta
[...a un lado me puedes tener...]
De la serie "De Madrugada"
Conozco este sentimiento muy bien...
Me pregunto si en días como hoy o noches como la de ayer de alguna manera me cruzo por tus pensamientos y algo como esa amargura de no tenernos el uno al otro y esa sensación de ver pasar tu vida y sentir lo vacía de esta en los momentos en que todo se queda en silencio te embarga como a mi.
Me haces falta... lo admito, quizás porque estoy haciéndome vieja o porque sencillamente me cansé de jugar al gato y al ratón en mi soledad con los rastros de ti y tus escasas, fugaces y dolorosas apariciones en mi vida.
Anoche, me hiciste falta, tú y tus hombros, y tus manos para apoyarme y brincar mas alto.
Yo.
De Pupo An Scríbhneior Eronauta:
se que al final de mi vida , me arrepentire de todos esos dias que no te entregue mi ser , y que a su misma vez me detestare por todas esas noches que por miedo y tristeza no las dormi junto a ti...
Me pregunto si en días como hoy o noches como la de ayer de alguna manera me cruzo por tus pensamientos y algo como esa amargura de no tenernos el uno al otro y esa sensación de ver pasar tu vida y sentir lo vacía de esta en los momentos en que todo se queda en silencio te embarga como a mi.
Me haces falta... lo admito, quizás porque estoy haciéndome vieja o porque sencillamente me cansé de jugar al gato y al ratón en mi soledad con los rastros de ti y tus escasas, fugaces y dolorosas apariciones en mi vida.
Anoche, me hiciste falta, tú y tus hombros, y tus manos para apoyarme y brincar mas alto.
Yo.
De Pupo An Scríbhneior Eronauta:
se que al final de mi vida , me arrepentire de todos esos dias que no te entregue mi ser , y que a su misma vez me detestare por todas esas noches que por miedo y tristeza no las dormi junto a ti...
De madrugada
Hoy tengo la necesidad de buscarte y de buscarte y de buscarte. De buscar tu tacto y de escuchar tu voz y de tu aroma.
Hoy tengo la necesidad de tus manos y de tu pecho, de tu cuello infinito y de tu aroma gloria, a promesa, a tierra prometida cumplida en ti.
Hoy quiero que sepas que mis madrugadas y desvelos se deben todos a ti... aunque a ti ya no te importe.
Hoy tengo la necesidad de tus manos y de tu pecho, de tu cuello infinito y de tu aroma gloria, a promesa, a tierra prometida cumplida en ti.
Hoy quiero que sepas que mis madrugadas y desvelos se deben todos a ti... aunque a ti ya no te importe.
sábado, 5 de julio de 2014
Maybe I am the hound / Quizás el sabueso soy yo
De esas veces que las bombas caen cuando menos lo esperas... en medio de un velorio por ejemplo.
Y luego, un viernes cualquiera, como el de ayer, vas a su casa y todo sucede como en película.
Llueve, llegas empapada, él te ofrece una toalla y termina ofreciéndote su pijama para que estés cómoda.
Terminan en su cama uno al aldo del otro a petición de él, con un concierto de blues a todo volumen y él, él cierra la puerta con seguro y tras hacerlo te sonríe y se tumba una vez mas a tu lado. Y tú crees que algo va a pasar y anhelas algo así, lento, al ritmo del blues de fondo que lo inunda todo.
Y nada pasa.
No puedes poner música así y esperar que no pase nada...
No puedes darme tu ropa y tenerme en pijama en tu casa y sencillamente ignorar todo...
No puedes soltar una bomba y después huir...
Se que sueno como un depredador sexual pero es neta???
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