viernes, 27 de septiembre de 2013

Tyke



Alguna vez te ha pasado algo malo en la vida y te has preguntado, ¿"por qué me pasa esto? ¿por qué a mi?".

Bueno, creo que los animales también sienten eso. De alguna manera su inteligencia e instinto les dice que no es ahí donde deben estar, y que no es así como deben vivir o acabar sus vidas, no dentro de una jaula, tras barrotes, animando espectáculos miserables y vacíos que necesitan de luces y mucho maquillaje para disfrazar lo macabro de su realidad.

Creo que así como nosotros al morir recordamos todas las cosas buenas que hemos tenido en nuestra vida y añoramos a nuestros seres amados y nuestro hogar, ellos también lo hacen. En alguna parte de la memoria de un elefante deben estar las tierras donde de corrían libres, los olores de ese sitio, el viento que los acariciaba.

¿te ha pasado eso? ¿has recordado un lugar así con todos esos detalles?

Creo que ellos todos los días lo piensan y se preguntan como muchos de nosotros en nuestro día a día "¿cómo terminé aquí?"

Quizás nosotros añoremos los años en patineta o  esas zapatillas deportivas de colores que usábamos cuando teníamos 15 años, el corte de pelo o la ausencia de este y ahora, en nuestros trabajos de oficina, encerrados en un cubículo nos preguntamos ¿cómo llegué aquí?"

En el fondo nosotros tenemos la respuesta: por nuestros actos y decisiones, ¿pero ellos qué? ¿qué explicación hay para ellos?

Nosotros podemos romper la rutina, renunciar a nuestro trabajo, hacer maletas y empezar de nuevo en otro sitio. Ellos no pueden abrir la puerta de la jaula solos, no pueden quitarse las cadenas solos o tomar un avión a una selva africana para volver a casa. No sin nuestro permiso. Ellos nos necesitan a nosotros para liberarlos. Para regresarlos al lugar donde pertenecen y para re-establecer las vidas que hemos destruido al llevarlos  con nosotros a nuestro mundo, a nuestro estilo de vida que no es el suyo.

La expresión en sus ojos. Te puedes dar cuenta que es de terror, de angustia, de pánico, de ira y hay una
pregunta en ellos "¿por qué?"

Sólo un ciego no vería que ahí hay alguien, no humano, pero alguien y que al igual que nosotros lo haríamos en esa situación, se pregunta "¿por qué a mi? ¿qué hice para merecer esto? ¿por qué?"


La historia de Tyke

Después de 20 años de tortura en un circo, Tyke enloqueció y mató al hombre que enseñó degradantes trucos de circo, para ganar dinero y logró escapar en el centro de Honolulu, buscando desesperadamente su libertad perdida y el resto de su hábitat, una vida sin dolor y miedo.

Contrariamente a lo que puede esperar, estaba rodeado por la policía y los ciudadanos locales, que despidió a 86 balas en su cuerpo cansado.

Le tomo cerca de, 2 horas morir, con frecuencia se dice que los animales no tienen voz, pero los ojos en la última foto de Tyke gritando a nosotros. Para ser perseguido en sus ojos llenos de miedo, tristeza, incredulidad, para su autodefensa, vemos que este espíritu no puede ser roto, perdura la esperanza, la tortura de 20 años y la muerte, la indomable energía de un personaje en busca de su liberación de la tortura.




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