martes, 15 de agosto de 2017

Agosto 15 de 2016

Existe un cuento de Disney llamado "La noche de las narices frías". Si el día de ayer tuviera un nombre sería "La tarde de la fuga de perros". Tres de mis perros, Gordo, Gorda y Mirry 1, y la perra de mi vecina, Amaya, se fugaron. Primero fue la de mi vecina, y en un intento por ir a recuperarla se salieron los tres míos. Creo que no había sufrido tanto estrés y angustia en mucho tiempo. El Gordo fue el que más se alejó.
Afortunadamente, como en cuento de Disney, todo fue un final feliz. Varios vecinos se unieron para ayudarme a pescarlos y buscarlos y por eso estaré eternamente agradecida. En serio. que mi fe en la humanidad se restauró un poquito cuando a las pocas cuadras tras haber recuperado a Gordo una señora que lo correteó y gritó instrucciones a los transeúntes hizo que uno lo notara corriendo sin control hacía la avenida y decidió atraparlo justo antes de que cruzara. Otro de mis vecinos apareció con su hija en un carro y me dijo "Súbase, vamos a buscar sus perros, nosotros la llevamos a peinar la colonia". Casi se me salen las lágrimas. Mientras tanto, la señora de los gatitos (que ya fueron reacomodados y serán esterlizados pronto) y su esposo sujetaron a Amaya y a la Gorda. Ahora solo restaba encontrar a Mirry 1. Al llegar a casa con todos los perros encontré a Mirry 1 jugando en el patio del vecino con la alberca inflable que acababan de desechar.
Gracias infinitas a ellos y a Dios por escuchar mis plegarias ahogadas mientras corría descalza por cuadras de la colonia tratando de alcanzar a mis niños. De verdad, creo que no le había pedido a Dios con tantas fuerzas en mucho tiempo. Y no le había dado tantas gracias por algo. Me es impensable que mis niños están en la calle.
Mis niños están a salvo; la niña de los vecinos está a salvo. Yo me lastimé la espalda (me duele todo) cuando casi caigo de bruces al ir corriendo (estaba como para gif chistoso) pero no me importa, mis Gordito bailarín, mi Gorda querendona, mi Mirry 1 tierna y mi vecina Amaya, la amistosa están en casa.
Fue como un cuento de Disney con todo y final feliz.
Gracias mi Dios por eso. Y gracias también por todas esas cosas que pones en mi cabeza y en mi alma y en mi vida para indicarme cual es el camino.
Gracias.

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