jueves, 11 de mayo de 2017

10 de mayo 2015

Feliz día de las madres a todos especialmente a la mía que me acepta a pesar de ser yo con las altas expectativas de vida tan pobremente cumplidas, con todas las fallas y defectos que no sé como quitarme porque se llaman personalidad y con lo frágil que puedo ser naufragando en medio de mis océanos. Gracias por amarme, por ser parte de mi, por ser mi mejor compañera, cómplice, amiga y confidente y el único ser humano que no ha perdido la fe en mi. De no ser por ti ya hasta yo la habría perdido. Cuando me siento sola pienso en ti y sé que sin importar si estoy de madrugada en casa o en medio de una multitud a miles de kilómetros en un país extraño, tus oraciones no me dejan así que jamás estoy sin ti.

Sé que a tu manera me has ido preparando para los días que vienen y para cuando ya no estés porque creo que en el fondo sabes que sin ti es más probable que me pierda en mi misma en mis pensamientos. Gracias por pensar en como cuidarme a futuro y por tratar a tu manera de dejarme ser quien soy en un mundo que se empeña en decirme lo inadecuado de mi existencia y maneras. Gracias por siempre decirme que a pesar de todo lo que los demás piensen de mi tú siempre piensas en mi con amor y me ves con amor y por enseñarme que así es como debo ver la vida en los buenos y los malos momentos y porque a través de tus ojos de madre puedo verme en mis malos ratos como algo mejor que lo que soy, y darme un valor a veces inmerecido pero necesitado para entender como funciona el mundo y su gente y no dejarme abatir por él.

Siempre dices que Dios me mandó contigo porque yo era la hija que tu necesitabas. Yo creo que fue al revés, Dios no me hubiera mandado con alguien más porque nadie más me hubiera querido siendo como soy y nadie más lo hubiera intentado tantas veces como tu lo has hecho.

Tengo la absoluta certeza de que nadie me amará como tú me amas y eso se ha convertido en mi mayor consuelo y desolación, pero sin duda alguna, en mi más grande esperanza y fe en que la humanidad no está del todo perdida y que la gente buena existe y que las cosas buenas pasan y que el amor es el legado más grande que puedes dejarle a un hijo.

Te amo.

Tu hija, Rocío.




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