martes, 21 de enero de 2014

He leído algo anoche. Me ha gustado mucho. Y me quitó una cosa pesada que traía en el pecho haciéndome más ligera la carga.  Ojalá todas las cosas que uno lee pudieran proporcionarle a la gente eso que sentí y aún ahora se deja entrever en mi persona.

He aprendido varias cosas en este año, pero me concentraré en las que llevo aprendidas en un mes:
1.       Amar no es como andar en bicicleta… es más bien como aprender a andar en bicicleta una y otra vez y otra vez con sus consabidos raspones, caídas, frenazos, atropellos, choques, torceduras,  huesos fracturados y órganos cardiacos.

2.       Hay sueños y promesas que se hicieron para jamás cumplirse… justo como los números telefónicos que pedimos para jamás marcar, los cafés para ponernos al día que jamás nos tomaremos, las cartas que nunca enviaremos, los besos que no daremos y las promesas que se lleva el viento porque aunque uno o dos las escuchen el sonido es del ahora, no del mañana. Estas cosas están aquí y existen para darnos esperanza de hacer algo que decididamente no haremos porque ya perdimos la razón de hacerlo, la valentía del momento o la alegría del reencuentro, sirven para hacernos seguir en un mundo sin sentido y sin razón aparente a nuestros ojos.

3.       En la madrugada, a pesar del silencio, no hay quien preste oídos a la desesperación y soledad humana. Lo peor es que a estas alturas de la humanidad, estamos tan acostumbrados a ignorar esos signos inequívocos de angustia y auténtica necesidad que ya ni si quiera sabemos como reconocerlos, a veces, ni si quiera en nosotros mismos… porque esa angustia, esa ansiedad y esa cosa que no nos deja dormir de noche es la desesperación de vagar en un mundo como este sin toparnos con nadie y chocando con todos sin conocernos, sin profundizar. Somos leones enjaulados cada noche.

4.       El azar ordena el mundo más a fondo de lo que suponemos… Y aun me sigue sorprendiendo de vez en cuando.

5.         ̶  Del pasado al futuro solo hay un paso. Digan lo que digan los maestros zen, lo que no existe es el presente.
-  ¿Por qué dice eso?
- Le pondré un ejemplo fácil: La pregunta que acaba de hacerme ya es pasado y la respuesta que voy a darle esta todavía en el futuro. Cuando usted la tenga, será pasado, y el futuro estará en otra cosa. No hay tiempo para el presente. Vamos del pasado al futuro, que nuevamente se vuelve pasado: ¡así es la vida!

Extraído de “El mejor lugar del mundo es aquí mismo” de Francesc  Miralles & Care Santos
6.       Lo único que siempre ocurre en le presente es la magia y la felicidad.

7.       La felicidad es un pájaro que sabe volar. El problema es que todos tememos asustarla y que eche a volar. TODOS. Es por eso que jamás dejamos espacio en nuestro jardín para que esta se pose, ni regamos semillas para que se alimente y acerque, en lugar de eso, construimos jaulas para atraparla, como si tal cosa fuera verdaderamente posible, la felicidad solo lo es si es libre.

8.       Soy wabi-sabi… si es así como se escribe.

9.       Ebisu es el nombre de uno de los siete dioses de la fortuna japonesa… y es el nombre de una cerveza. 

10.   Abandona el pasado y el presente arrancará.   Entonces creo que mi tarea para el resto del año es arrancarme el pasado para abandonarme el presente.

Hasta esta fecha, he aprendido esto. A ver que cosas se agregan en lo que resta del mes…

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