martes, 28 de enero de 2014

“Los hombres nunca recuerdan, las mujeres nunca olvidan”

Los hombres nunca recuerdan, las mujeres nunca olvidan

Leí esta frase hoy en twitter (ugglytruth)y me pregunté que tanto de cierto había en esto… Tras echar mano del pasado esto fue lo que descubrí.

Todos recordamos y aún más, todos deseamos ser recordados, sin importar el sexo o la edad, deseamos que nos recuerden. La única razón por la cual deseamos ser olvidados es porque la vergüenza o el dolor tiñeron el momento vivido de algo que no deseamos acumular en nuestro disco duro o que de antemano hayamos decidido que ese momento no debe durar para siempre en nuestras memorias, para así no causarnos mayores conflictos en el futuro. Creo que a eso se refiere con “los hombres nunca recuerdan”.
Los tres hombres con los que hablé en mi memoria para saber si esto es cierto o no me dijeron lo siguiente, “ellas jamás regresan, ni por la feria. Hay unas a las que he saludado en la calle y ni si quiera de mi nombre se acuerdan… Dicen que es uno, pero ¿cómo me explicas eso?”. El segundo me dijo que “espero que los recuerdos sobre mi sean buenos y alegres,  ya que yo te recuerdo con cariño”. El tercero me dijo “no creo que haya sido así como lo describes, porque de eso yo no me acuerdo de nada”.

Ahora, ¿Cómo explicar tres respuestas tan diferentes? Sencillo, todos somos diferentes pero todos compartimos una memoria con alguien en el pasado y a veces no recordamos lo mismo de esta, ya sea porque deseamos ensalzar la memoria y embellecerla,  porque la edad nos juega malas pasadas,  por una verdadera necesidad de olvidar o porque lo que fue importante para uno no lo fue para el otro. Lo importante para mi es lo que sí recordamos y que este recuerdo haya hecho que  nuestras vidas, en el momento de concepción del mismo, hayan valido la pena.

Nota al lector: le aclaro, el tercero ¡Jamás recordó nada! Y curiosamente eso siempre fue en su favor y en mi detrimento…; al segundo, le recuerdo todo, TODO, hasta el último detalle y aún el más ínfimo de éstos con amor absoluto [inserte un suspiro profundo y desde el fondo del alma aquí]; el primero… el primero tiene a tantas (yo incluida) y echa mano de ellas cada vez que se siente solo y yo me pregunto, ¿Cómo esperar que el recuerdo que alguien tiene de uno sea duradero cuando  al final el recuerdo que deja es del número de la serie que uno fue para él?

 Y aún así, yo si me acuerdo de su nombre, de sus dientes, de su voz y de sus labios, y de todo lo demás, y volví por la feria porque para mi no fue un numero en serie y jamás lo será. Cuestión de percepción. Supongo que sí, las mujeres jamás olvidamos.



ROOTLESS TREE

 30 – septiembre - 2010

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